La historia de la Nutrición Deportiva desde Ramsés II, a lo largo de los siglos nos da evidencia de uso de sustancias como el vino, veneno para ratas como el alcaloide estricnina, el opio (una compleja mezcla de sustancias que se usan como droga narcótica de uso ilegal en la mayoría de países), y … por supuesto, más vino.
En éste primer artículo veremos que la nutrición del deporte no siempre se trató de la glucosa, electrolitos y agua, posee antecedentes muy cuestionables y una actualidad con avances de forma continua y sostenida.
Es así como desde la antigüedad griega se reconoció la importancia de la relación entre la dieta y el desempeño en los deportes. Los atletas se preparaban en lugares aislados, lejos del resto de la población, y seguían regímenes muy rigurosos. Pero vamos desglosando cada parte de la historia de a poco, será un artículo un poco largo, pero interesante para consultar o leer de vez en cuando.
La carrera más antigua (1.279a.C.)
Ramses II fue el tercer faraón de la Dinastía XIX de Egipto, que gobernó unos 66 años, desde 1279 a. C. hasta 1213 a. C. Según relata relata Thor Gotaas en su libro Running: A Global History, tal vez la carrera más antigua documentada sea su coronación. Como parte de la ceremonia, el que iba a ser faraón tenía que correr solo frente a una gran multitud para demostrar su proeza y su valía para ocupar el trono.
Ante tal proeza y para recuperar no se servía agua, sino vino, ya que era considerado una bebida considerada saludable. También existe evidencia del uso de la cerveza, que se usaba el trigo espelta, otros cereales, frutos secos y hierbas aromáticas para su elaboración.
Debido a que el agua provenía en buena medida de los ríos y pozos, era susceptible de provocar enfermedades; por el contrario la cerveza, por su contenido en alcohol, era mucho más segura, tanto que la bebían ya desde niños. Los egipcios la utilizaban incluso con propósitos curativos: mezclándola con hierbas medicinales, de las que el alcohol extraía los principios activos, como analgésico natural e incluso como desinfectante para las heridas, para lo que se usaba también el vino.
Ramsés II tuvo que repetir esta carrera treinta años después y, posteriormente, cada pocos años para confirmar que todavía era merecedor del cargo. En aquel entonces no se consideraba conveniente tener un rey débil, y con esta ceremonia se renovaban sus poderes. De hecho, el faraón repitió esta prueba hasta cumplir los 90 años. Ya podemos hacernos una idea de lo longevos que podían llegar a ser y de su fortaleza.
«La historia de Ramsés II bebiendo tónicos enriquecidos tiene que ver con las propiedades medicinales del alcohol para aliviar la fatiga o el dolor”, afirma la doctora Vanessa Heggie, historiadora de medicina en la Universidad de Birmingham y autora de A History of British Sports Medicine.
Antigua Grecia (siglo VI a. C.)
Milón de Crotona fue un célebre atleta griego nacido en Crotona, Italia que vivió durante el siglo VI a. C. que se destacó en la lucha y en los Juegos Olímpicos, en los Juegos Píticos, en los Ístmicos y en los Nemeos. Además de sus éxitos deportivos, el historiador Diodoro Sículo (año 60 a.C.) le atribuye el liderazgo victorioso de una tropa de soldados de Crotona, que en el año 510 a. C. atacó la localidad de Síbari, región de Calabria (Italia).
Se cuentan muchas historias del legendario Milón de Crotona, seis veces campeón de lucha en los Juegos Olímpicos, decía que su dieta diaria consistía en 9 kg de carne, 9 kg de pan y 8.5 litros de vino.
Lo más interesante sobre la historia de este gran atleta es su entrenamiento: Milón comenzó a entrenar para las Olimpiadas levantando y llevando sobre sus hombros un ternero cada día alrededor de Crotona. A medida que pasaba el tiempo, Milón se iba haciendo más fuerte, pero también el ternero iba creciendo, de modo que el peso que levantaba Milón era cada vez mayor, llegando a levantar un buey de 4 años, el cual después se lo comió entero para celebrar su victoria en los Juegos.
«Esta historia es utilizada frecuentemente para explicar el concepto de sobrecarga progresiva, la base del entrenamiento para la ganancia de fuerza y resistencia en deportes como el Trail Running.»
Con el fin de mejorar su rendimiento, los atletas griegos consumían grandes cantidades de carne de animales diversos (bueyes, cabras, toros, venados), quesos, trigo, higos secos, licores y experimentaban con varios medicamentos a base de plantas, como vimos, así mejoraban en sus entrenamientos y competencias.
“También bebían grandes raciones de vino, utilizaban alucinógenos y comían corazones de animales y testículos (las vísceras crudas) en busca de fuerza e hipertrofia”, apunta la periodista deportiva Sally Jenkins.
Claramente, lo del dopaje se remonta tiempo atrás. Hay que tener en cuenta que los antiguos atletas olímpicos eran profesionales que competían por premios en efectivo, no solo por coronas de olivo, por lo que se buscaba sacar ventaja como fuera.
“Para ese entonces era totalmente aceptable la mayor parte de las prácticas que hoy en día se considerarían ilícitas”, afirma Jenkins. Los cuadrigueros (la persona que dirige o conduce un carro de cuatro caballos, daban aguamiel a sus corceles, una bebida alcohólica preparada con miel, para que corrieran más rápido.
Los Médicos de la Antigua Grecia
Medio siglo más tarde, Hipócrates escribió sobre la necesidad de combinar un régimen alimenticio con un régimen de actividad física, en el siglo V a. C. menciona en sus obras tituladas: «El régimen en la salud» y «El régimen» que el comer bien no era suficiente, además era necesario realizar una actividad física.
Galeno
Galeno ( fue un médico, cirujano y filósofo griego en el Imperio romano) en el siglo I D.C se ve influenciado por Hipócrates y muestra igualmente preocupación por la nutrición y la salud de los deportistas.
Mostró preocupación por la nutrición y la salud de los deportistas, por lo que se convirtió en el doctor de los gladiadores así como del emperador Marco Aurelio. A lo largo de su vida, Galeno enseña y practica las leyes de la salud: respirar aire fresco, comer los alimentos adecuados, beber las bebidas correctas, hacer ejercicio, dormir suficiente, tener una evacuación intestinal diaria y controlar las emociones, según la evidencia.
La siguiente definición de ejercicio proviene de la traducción de su libro Higiene Sanitate Tuenda:
“Me parece a mi, que no todo movimiento es ejercicio, si no solamente cuando es vigoroso. Pero como el vigor es relativo, el mismo movimiento puede ser ejercicio para uno, pero no para otros. El criterio del vigor es el cambio de la respiración, los movimientos que no alteran la respiración, no son llamados ejercicios. Pero si cualquiera es llamado a hacer movimientos y su respiración se acelera, ese movimiento comienza a ser para él ejercicio.
Los usos del ejercicio creo que son diferentes, uno son para la evacuación de los excrementos y los otros para la firmeza de diferentes partes del cuerpo.
En cuanto el movimiento vigoroso es ejercicio, surgen tres cosas como resultado: el endurecimiento de los órganos del cuerpo por desgaste, el incremento del calor intrínsico y la aceleración de la respiración.
Del endurecimiento de los órganos, surge la insensibilidad y la fuerza para las funciones. Por el aumento del calor intrínsico, un aumento del metabolismo y una mejor nutrición y difusión de las sustancias en el organismo. Y por la aceleración de la respiración, los ductos pueden ser purgados y los excrementos expulsados”
Según Hipócrates, la alimentación también tenía que variar según el clima y las estaciones, que creía que influían en los humores. En invierno, un periodo en que domina el frío y la humedad, sería preferible consumir carnes con salsa, cocinadas con especias calientes.
En primavera, cuando domina el calor y la humedad, se aconsejaba pasar poco a poco de los pucheros a los asados y empezar a comer más legumbres verdes. En verano, cuando domina el calor, sería el momento de consumir carnes y pescados a la plancha, más ligeros, y preferir alimentos fríos y húmedos como el melón, la ciruela o la cereza.
En otoño, un periodo en que empieza el frío, haría falta comer alimentos apetitosos y ligeramente ácidos para expulsar la melancolía, así como reducir el consumo de vino y frutas.
“Antes de curar a alguien, pregúntale si está dispuesto a renunciar a las cosas que le enfermaron” decía Hipócrates hace unos 2400 años, y sigue estando de pleno vigor.
Los gladiadores romanos
El menú diario de un atleta clásico era un poco más equilibrado. Los gladiadores romanos seguían una alimentación mayormente vegetariana a base de trigo, cebada y legumbres, con pocos lácteos, tal como apuntan los análisis óseos. Pero los textos antiguos históricos afirman que los gladiadores también consumían varios alucinógenos y estimulantes como la estricnina, un potente estimulante del sistema nervioso central y letal en grandes dosis, para sobrellevar el cansancio y aumentar la intensidad de los combates.
Además, debido al uso generalizado de semillas de amapola en el pan durante la antigua Grecia y Roma, “los atletas posiblemente tuvieran cantidades notables de morfina en la sangre”, apunta la doctora Else Marie Bartels.
Pedestrianismo
Lamentablemente, entre el ocaso de la época romana y comienzos del siglo XIX apenas hay información sobre las prácticas alimentarias de los atletas, si bien el tema vuelve a tomar una apariencia interesante en la época victoriana con el auge del pedestrianismo, fue una forma de caminar competitiva del siglo XIX, a menudo profesional y financiado con apuestas, de la que se desarrolló el deporte moderno de la marcha atlética.
Estas descomunales caminatas, precursoras de la marcha atlética y las carreras de ultramaratón, se volvieron muy populares en Gran Bretaña y EEUU en las décadas de los 70 y 80 del siglo XIX. De hecho, las carreras también recibían el nombre de wobbles (‘tambaleos’), debido al uso generalizado de alcohol, tónicos y otros estimulantes y fármacos.
“Las inyecciones de estricnina, las tinturas de cocaína y los tragos de alcohol eran remedios habituales para tratar los dolores, las molestias y el cansancio”, afirma la doctora Heggie, “por lo que si un atleta experimentaba estos síntomas durante el ejercicio, podía tomar el medicamento para curarse como haría cualquier otra persona. La idea de que algunas drogas nos hacen sobrepasar los límites físicos naturales y su uso injusto, por tanto, no cesó en el deporte hasta el siglo XX”.
Caminar 724 kilómetros
Ese era el tamaño de la ruta de la mayoría de los campeonatos de senderismo, un deporte que hizo furor en Estados Unidos a finales del siglo XIX y que básicamente consistía en ver a hombres bigotudos caminar en círculos.
En el apogeo de su popularidad, estas competencias, que duraban seis días (lo que suponía una media de 120 km de caminata al día) atraían a más de 10.000 personas, que apostaban miles de dólares por atletas patrocinados.
Conclusión
Hasta aquí nos hemos centrado en la Historia de la Nutrición Deportiva de la edad antigua, en la era moderna nos queda mucho por descubrir de ésta amplísima temática.
Desde la primer edición de la Maratón de Boston en el siglo IX hasta la creación del Gatorade en la actualidad y nuevos avances, haremos un breve reseña en la segunda parte del artículo. El pasado y la ciencia nos enseña cómo hemos progresado hasta el día de hoy, que disfrutamos del deporte de una manera cada vez más saludable.