EL EJERCICIO ES EL MEJOR ANTIOXIDANTE

Existe mucha confusión sobre el uso de antioxidantes. En el deporte también suelen buscar información para comenzar a consumirlos y a las empresas de suplementos les encanta. Los antioxidantes están en todos sitios: comidas, suplementos, productos para el cuidado de la piel, champús, etc. Son asociados con frecuencia con la salud. Vamos a ver éste artículo de Asker Jeukendrup, ya que la información de calidad nos ayuda a elegir mejor. Por otra parte, hay datos de que los antioxidantes podrían empeorar las adaptaciones al entrenamiento.

Que es un antioxidante

Un antioxidante es una molécula que puede prevenir o retrasar la oxidación de otras moléculas, generalmente sustratos biológicos como lípidos, proteínas o ácidos nucleicos. La oxidación es una reacción química donde una sustancia pierde electrones. 

  • Mecanismo de acción:
    Los antioxidantes funcionan donando electrones a los radicales libres, que son especies químicas muy reactivas que pueden iniciar reacciones en cadena y causar daños a las células. Al donar electrones, los antioxidantes se convierten en radicales libres, pero son más estables y no desencadenan reacciones en cadena. 

  • Importancia:
    Los antioxidantes son importantes porque protegen a las células y al organismo del daño causado por los radicales libres. 

  • Tipos de antioxidantes:
    • Antioxidantes primarios: Interrumpen la reacción en cadena de los radicales libres. 
    • Antioxidantes secundarios: Neutralizan los peróxidos que se forman durante la oxidación.
    •  Ejemplos:
      • En enzimas: Algunas enzimas como la superóxido dismutasa, la catalasa y la glutatión peroxidasa son antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres. 
      • En compuestos orgánicos: Algunos ejemplos de antioxidantes orgánicos son las vitaminas C y E, los carotenoides y los polifenoles. 
      • En alimentos: Muchos alimentos contienen antioxidantes naturales, como frutas, verduras, cereales, nueces y semillas. 

Dentro del Sistema de Defensa Antioxidante de nuestro organismo encontramos:

Sistemas enzimáticos celulares: superóxido dismutasa, glutatión peroxidasa y catalasa.

Antioxidantes plasmáticos: glutatión, ácido úrico, albúmina, ferritina, bilirrubina y ubiquinol.

Algunas hormonas : estrógeno, angiotensina, melatonina, etc.

En Resumen la oxidación es eliminación de electrones (lo opuesto a reducciones que es añadir electrones). Habitualmente pensamos en los antioxidantes como en cosas que rebuscan radicales libres. Los radicales libres son moléculas que poseen un electrón desemparejado en su órbita más superficial. Son altamente reactivos. También son especies reactivas. Son moléculas que promueven la oxidación (i.e. oxidantes), y pueden ser radicales o no radicales. Los anti-oxidantes son moléculas que previenen la oxidación.

Los radicales son especies químicas altamente reactivas capaces de dañar los componentes de las fibras musculares como las proteínas y los lípidos.

Los radicales libres son difíciles de medir

Por la naturaleza altamente reactiva de los radicales libres, son muy difícil de ser medidos. Reaccionan muy rápido y los electrones se mueven de una molécula a la siguiente, haciendo casi imposible medirlos. Por tanto, medimos algunos de los biomarcadores de estrés oxidativo para obtener indicadores. Medimos lípidos, proteínas o ADN que ha sido oxidado. La asunción es que el biomarcador que medimos es un reflejo del estrés oxidativo, pero no siempre es así. (Fig. 3).

El ejercicio físico aumenta la producción celular de especies reactivas de oxígeno (ROS) en el músculo, el hígado y otros órganos. En contra de lo que se suele creer, NO hay evidencia de que esto cause el incremento de la producción mitocondrial. Se puede puntualizar que simplemente por hacer ejercicio se necesita más oxígeno y eso provoque más oxidación en el lugar donde la oxidación tiene lugar (mitocondria), y esto no puede ser respaldado por la evidencia. Originalmente, las ROS fueron consideradas como perjudiciales y como causantes de daño celular asociado con la fatiga. Esta visión aún es retratada por mucha prensa popular. En la década pasada, la evidencia ha mostrado que las ROS actúan como vías de señalización que son importantes (entre otras funciones) para las adaptaciones al entrenamiento. ¡Las ROS pueden ser positivas, no negativas!

Por supuesto que el exceso de oxidación necesita ser prevenido y el cuerpo tiene varios mecanismos para ello. Hay numerosas enzimas en el cuerpo con capacidad antioxidativa. Estas enzimas son el sistema de defensa más importante.

Los antioxidantes de la dieta, cuando llegan al lugar de la oxidación pueden ser usados como antioxidantes solo una vez. Se gastan, por lo que necesitamos una gran cantidad de antioxidantes exógenos para que sean efectivos y estos antioxidantes deben estar en el sitio específico donde se da la oxidación. Las enzimas antioxidantes en nuestro cuerpo pueden ser usadas una y otra vez y estas enzimas se regulan al alza (incrementan) con el entrenamiento.

Muchos estudios han demostrado que el entrenamiento aumenta la expresión de las enzimas antioxidantes clásicas como la superóxido dismutasa y la glutatión peroxidasa. Por lo que mientras más nos ejercitamos, más enzimas fabricaremos y estaremos más protegidos, independientemente de la ingesta de antioxidantes.

No siempre se debe recomendar la suplementación con antioxidantes

Algunos estudios han demostrado ahora que altas dosis de antioxidantes lo que hacen en realidad es inhibir las señales de las adaptaciones al entrenamiento, por lo que dichas adaptaciones se ven perjudicadas. Por lo tanto, la idea de que la suplementación con antioxidantes debería estar siempre recomendada en el ejercicio, como en Trail Running, es incorrecta.

Valhöll by UTMB 2025. Foto Diego Winitzky.
Valhöll by UTMB 2025. Foto Diego Winitzky.

Aunque el trasfondo teórico pudiera parecer adecuado, no hay evidencia científica para recomendar que se incremente la cantidad de antioxidantes que necesitan las personas físicamente activas, por encima de la cantidad aportada por una dieta saludable y equilibrada.

  • No hay evidencia de que el entrenamiento físico requiera suplementación con antioxidantes por encima de los antioxidantes normales provenientes de una dieta bien equilibrada.
  • La suplementación dietética con antioxidantes puede ser adecuada cuando la ingesta de comida está restringida o cuando hay una dieta deficitaria en antioxidantes clínicamente determinada (algo muy poco usual).
  • No hay evidencia de que los antioxidantes tengan un efecto positivo sobre la recuperación.
  • Hay poca o ninguna evidencia de que los antioxidantes mejoren el rendimiento.
  • Hay una evidencia emergente de que la suplementación en altas dosis con antioxidantes puede reducir las adaptaciones al entrenamiento.

Las implicaciones prácticas son muy claras

No hay necesidad de suplementarse con antioxidantes si tienes una dieta variada en frutas y verduras, ya que dicha variedad es una de las formas más sensatas de obtener antioxidantes exógenos de forma equilibrada. Los estudios han demostrado que no hay beneficios al usar suplementos de antioxidantes, y que altas dosis de antioxidantes pueden ser perjudiciales y deberían ser evitados.

Bibliografía adicional

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